Javier Milei presentó el Presupuesto 2026 haciendo eje en el superávit fiscal, al que definió como “la madre de todas las economías estables y prósperas”. Sin embargo, reconoció que solo cinco países en el mundo logran mantener este equilibrio. Según el mandatario, alcanzar ese objetivo permitiría que la economía argentina crezca 5,4% en 2025 y 5% en 2026. No obstante, economistas advirtieron que las proyecciones son difíciles de sostener en un contexto de baja credibilidad y con dudas sobre el régimen cambiario tras las elecciones de octubre.

Durante una cadena nacional emitida el lunes por la noche, Milei afirmó: “Tenemos que entender de una vez y para siempre que hay una relación directa entre el orden fiscal, la baja del riesgo país, el crecimiento económico y la prosperidad”. Además, repitió una frase ya utilizada por Mauricio Macri en 2018 al asegurar que “lo peor ya pasó”.

El proyecto de Ley de Presupuesto prevé un crecimiento de 5,4% en 2025 y de 5% en 2026. Sin embargo, los analistas del sector privado sostienen que, para alcanzar esas cifras, el nivel de actividad debería crecer a razón de 0,8% mensual desde ahora hasta fin de año, algo que consideran poco probable. En Equilibra, el economista Gonzalo Carrera calificó esas estimaciones como “ficción”.

“Lo peor ya pasó”: Milei repitió la misma frase que había usado Mauricio Macri en 2018

En el plano actual, las proyecciones de crecimiento privado para 2024 se han recortado en las últimas semanas. Hace un mes, las estimaciones se ubicaban entre 4,2% y 4,5%, con el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central como la proyección más optimista con un 5%. Sin embargo, hoy el REM ajustó su estimación al 4,4%, mientras que el resto de los pronósticos bajaron a un rango de entre 3,6% y 4%.

Para 2026, el escenario proyectado por economistas es aún más moderado. Consultoras como EcoGo prevén dos posibles caminos: uno con crecimiento del 0,5% si se logra estabilizar la economía, y otro con una caída del 2% del PBI si la incertidumbre persiste. 

Desde C-P Consultores también prevén una contracción del 2% en ausencia de señales claras. La previsión más optimista sigue siendo la del REM, con un 3,2%, aunque también ha sido corregida a la baja recientemente, consignó el diario "Ámbito".

¿Condición suficiente?

Aunque el Gobierno nacional  sostiene que el superávit es la clave para el crecimiento sostenido, en el ámbito económico remarcaron que se trata de una condición necesaria, pero no suficiente. Carrera advirtió que, además del equilibrio fiscal, se necesita una acumulación de reservas que permita pagar compromisos en moneda extranjera y defender el régimen cambiario, otro punto que genera dudas en el mercado de cara a octubre.

“El Gobierno necesita acumular reservas y sostener un tipo de cambio real más alto para fortalecer al BCRA. Pero eso podría generar tensiones con la estabilización y la baja de inflación. Sin ese paso, difícilmente se logre un crecimiento sostenido”, explicó.

Carrera subrayó que la estabilización macroeconómica sí constituye la base sobre la que se construye una economía próspera, pero que debe complementarse con un entorno internacional favorable, algo que hoy no se estaría dando por la recesión global.

Pedro Martínez Gerber, de PxQ, advirtió que el resultado económico de 2025 estará condicionado por la evolución del tipo de cambio, que impactará directamente en inflación y crecimiento. “El futuro de las bandas cambiarias es una de las principales incógnitas”, afirmó.

En la misma línea, Rocío Bisang, de EcoGo, señaló que la política monetaria contractiva del Gobierno, desde la flexibilización del cepo hasta las elecciones, tuvo un impacto negativo sobre la actividad económica. Según Bisang, hay una “altísima incertidumbre” respecto al esquema de bandas cambiarias tras los comicios. “Vemos bastante difícil un crecimiento sostenido a las tasas proyectadas”, dijo, en referencia al 5,4% y 5%.

Sobre el escenario para 2026, la economista señaló que sin reservas y con una alta demanda de dólares, será necesaria alguna corrección del tipo de cambio. Además, advirtió que para pensar en crecimiento se necesita primero un programa económico creíble, que permita acumular reservas y garantizar el superávit fiscal. “Luego se podrá discutir si es necesaria una reforma fiscal o cómo impulsarla, pero todavía no estamos en ese lugar”, enfatizó.

Otros datos del Presupuesto 2026

El proyecto también prevé que el tipo de cambio oficial mayorista alcance los $1.423 en 2026 y estima una inflación (IPC) del 10,1% para ese año. En cuanto al comercio exterior, se proyecta un déficit de u$s 2.447 millones en 2025 y de u$s 5.751 millones en 2026.

Finalmente, el economista Pablo Moldovan consideró que es difícil imaginar un escenario de crecimiento para 2026 mientras se mantenga una política que limita los salarios y no revisa el esquema cambiario. “Para crecer sostenidamente, Argentina necesita una agenda más amplia que aborde no solo la inflación, sino también la fragilidad del sector externo, el problema de la deuda, los ingresos de buena parte de la población y los déficits de productividad”, concluyó.